sábado, 25 de enero de 2020

¿Para qué escribir?

Nunca se sabe con certeza.
Se escribe para uno mismo,
esperando que otros entiendan.
Uno escribe porque un día jugando, y por casualidad,
descubrió una forma de sentir que  lo éxtimo: otros mundos,
otros personajes, otros sueños,
otros dolores habitan de manera ordenada en el papel
y no en el caos que forman en nuestra mente.

Escribimos para no olvidar, a veces.
Escribimos para poder olvidar, casi siempre.
Para que los fantasmas del pasado estén presos en las hojas,
en el papel que una vez estuvo en blanco,
para que existan en otra dimensión y no nos perturben,
ya con cuerpo e independientes.

Escribimos para denunciar que la inmortalidad es un capricho,
que las palabras son tan efímeras como la vida misma.
Para sentir que, siendo, las palabras no son.
Y que, así, no siendo del todo, ellas y nosotros, coexistimos.

(Recuperando mis apuntes de otros años, 2007)

María Orfaley Ortiz M.

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María Orfaley Ortiz Medina, (Antioquia). Psicóloga, especialista en estudios sobre la Juventud y Magister en Psicología (Universidad de Antioquia). Actualmente trabaja como docente en en los programas de psicología de la Universidad de Antioquia y la Universidad Eafit. Obras publicadas: Extraño nacimiento en Obra Diversa, antología del Taller de Escritores de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, 2007, Cuento Ojalá no pregunte y ensayo “De la vida breve o la experiencia creadora en Obra Diversa, antología del Taller de Escritores de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, 2010. Literatura infantil: Nucamono quiere saber (2008), Lucy (2009), Almas de madera (2010), El Misterioso Libro de papá (2011), De sapos y trampas (2012) y Ese día no salió el sol (2015) Editorial Libros & Libros; Libros (Bogotá); Ha publicado también distintos artículos de psicología aplicada en el área educativa y social, así como artículos sobre literatura.